La extracción de un diente es una situación a la que se enfrentan muchos pacientes diariamente y que en ocasiones genera dolor. La presencia de grandes caries no restaurables, traumatismos, fracturas son algunas de las razones por las que un diente debe ser extraído. En función de la causa y el grado de destrucción del diente, el proceso de extracción y el de cicatrización serán más o menos llevaderos para el paciente.
Hay que tener en cuenta que la inflamación de la zona irá en aumento hasta alcanzar su grado máximo a los 3 días. Por lo tanto, es necesario cumplir las pautas postoperatorias y de la medicación que prescriba el dentista para evitar la aparición de complicaciones durante este periodo.
Si a partir de este momento la inflamación, y sobretodo el dolor van en aumento, es necesario acudir al dentista cuanto antes. Puede estar produciéndose una sobreinfección de la zona o en algunos casos, una alveolitis seca.
Las alveolitis seca se caracterizan por la presencia de un dolor muy intenso que aparece a los dos o tres días de la extracción como consecuencia del desprendimiento del coágulo sanguíneo que se ha formado en las primeras fases de la cicatrización. Ante esta situación es necesario que el dentista limpie la zona de la extracción y prescriba un antiséptico como la clorhexidina y un antibiótico adecuado que evite la continuidad de los síntomas.
Este tipo de complicaciones son más frecuentes en fumadores, pacientes con alteraciones en el proceso de cicatrización como los diabéticos o extracciones complejas como en los casos de muelas del juicio,dientes endodonciados, con tornillos o coronas que con cierta frecuencia requieren cirugías que en ocasiones pueden ser traumáticas.
Si tienes dolor después de sacar un diente, no dudes en llamar a la Clínica Dental Pico Blanco donde estaremos encantados de atenderte y porporcionarte una rápida solución.