La pregunta de si hacemos una endodoncia o extraemos el diente y ponemos un implante dental nos la planteamos con mucha frecuencia cuando estamos tratando a nuestros pacientes y la respuesta es muy sencilla. Una vez valorado el caso por el especialista en endodoncia, si considera que el diente puede ser tratado con éxito, siempre debe hacerse la endodoncia.
¿Por qué preferimos hacer la endodoncia?
- Siempre debemos intentar mantener los dientes
- Sabemos como tratarlos y como responden a largo plazo
- Los implantes también tienen complicaciones y todavía no sabemos como tratarlas
- Las tasas de éxito de implantes no superan a las del diente endodonciado
- El coste del tratamiento con implantes es muy superior a la de endodoncia y reconstrucción del diente
La endodoncia es una de las especialidades menos valoradas en odontología por malas experiencias previas en tratamientos realizados por profesionales no especializados que fracasaban continuamente. Sin embargo, los beneficios de este tipo de tratamientos son enormes ya que permiten mantener el diente con tasas de éxito muy elevadas a largo plazo reduciendo la necesidad de colocar implantes. Hacer bien una endodoncia no es fácil, el acceso y la visibilidad están muy limitados y el instrumental es de tamaño reducido. Por ello, requiere tener muchos conocimientos, habilidad y paciencia por ello contar en el equipo con una fantástica endodoncista nos da mucha tranquilidad por que nos permite hacer lo que más nos gusta, salvar dientes.
Como dijo Jan Lindhe, unos de los padres de la periodoncia e implantología, los implantes deben utilizarse únicamente para reponer dientes ausentes y nunca para sustituirlos cuando pueden ser mantenidos.