La endodoncia es la especialidad de la odontología que se encarga del diagnóstico y tratamiento de las patologías que afectan al nervio del diente. Cuando hablamos de hacer una endodoncia o como se conoce comúnmente, matar el nervio del diente, lo que hacemos es eliminar el tejido dañado o infectado que ocupa el interior del diente para después sellarlo mediante un material de relleno. Si hemos eliminado el nervio, ¿por qué duele un diente después de una endodoncia?
En ocasiones, después de realizar este tratamiento, el diente puede quedar sensible o dolorido durante unos días como consecuencia de la preparación en la que se pueden afectar los tejidos que rodean el diente. Por ello, una vez finalizado el tratamiento, solemos recomendar el uso de antiinflamatorios durante los días siguientes para reducir las posibles molestias.
En ocasiones, después de un tiempo de cicatrización, si persisten los síntomas de dolor y no mejora la situación, puede deberse a que haya restos del tejido pulpar infectado en algun canal o conducto accesorio. Esto ocurre porque el interior de un diente tiene una anatomía compleja con múltiples ramificaciones de diámetro muy pequeño. Si no se llegan a desinfectar por completo y se elimina todo el tejido de su interior, pueden aparecer síntomas de infección a pesar de que se haya finalizado el tratamiento.
Otra posible casusa relacionada con la aparición de dolor, es la falta de un correcto sellado de los conductos, persistiendo bacterias en el interior, de manera que después de un periodo de tiempo aparece sintomatología.
¿Que hacer si fracasa una endodoncia?
La endodoncia es un tratamiento muy conservador ya que permite conservar el diente en boca sin síntomas de dolor. Aunque en ocasiones hay algún paciente que duda sobre si someterse a este tratamiento, es importante mencionar que la supervivencia de estos dientes tratados es superior a un 90% después de 20 años por lo que, cuando lo realiza un especialista, es un tratamiento fiable y duradero que evita la sustitución por un implante dental, mucho más costoso.
Que aparezcan estos síntomas no indica que el diente deba ser extraído. En estos casos es necesario repetir el procedimiento, lo que conocemos como reendodoncia, en el que retiramos el material del interior del diente, descontaminamos de nuevo los conductos y volvemos a rellenar su interior.
Este tipo de procedimientos deben ser realizados por un especialista en este tipo de tratamientos ya que el éxito depende de los conocimientos y la experiencia del profesional. Cuando los realiza un odontólogo generalista, las posibilidades de supervivencia del diente se reducen en gran medida.