La semana pasada os enseñamos un poco más sobre un problema cada vez más frecuente como consecuencia del estrés de la vida diaria. Hoy repasamos el tratamiento del bruxismo que tiene como objetivos reducir el dolor, evitar que continue el desgaste de los dientes y que se reduzcan los síntomas.
Los tratamientos dentales pueden ayudar a controlar los síntomas pero no actúan sobre las causas del mismo, tienen una acción limitada. Dentro de las opciones de tratamiento tenemos las siguientes:
Férula de descarga: Aparato de plástico duro removible hecho a medida para que se ajuste a los dientes de cada paciente. La férula ayuda a disminuir el bruxismo y sus molestias, previene que aumente el desgaste de los dientes y protege la articulación de la mandíbula. Está férula una vez colocada debe ser ajustada periodicamente ya que puede sufrir desgastes con el tiempo.
Fisioterapia: Los ejercicios de fisioterapia, la aplicación de calor, ultrasonidos y masajes, ayudan a relajar la musculatura de la masticación. Estos tratamientos no evitan el bruxismo pero alivia los dolores derivados de este problema.
Tratamiento psicológico: El estres emocional y la ansiedad son las principales causas del bruxismo por lo que acudir a un terapeuta puede ayudar a solucionar trastornos psicológicos de manera eficaz.
En ciertas ocasiones, el desgaste de los dientes es extenso y aparecen ciertos signos y síntomas como la hipersensibilidad, dientes cortos o problemas para masticar por lo que hay que realizar un tratamiento dental. Existen diferentes opciones más o menos invasivas, como las incrustaciones o las coronas que nos permiten recuperar el tamaño normal de los dientes y reducir esa sintomatología tan incómoda para los pacientes.
Si presentas alguno de estos síntomas, pide una cita con la Dra. Andrea Pico y después de valorar tu caso te informará de las causas de tu problema y los posibles tratamientos indicados para tratar tu problema.